Semillas de Identidad

Sistema Participativo de Garantías SPG

Es un instrumento de promoción, divulgación y control de la calidad de las semillas criollas y nativas, construido de manera participativa con las y los custodios de semillas y las organizaciones que trabajan en la producción de alimentos y que están interesadas en comercializar las semillas a través de las casas comunitarias de semillas.


La construcción del Sistema Participativo de Garantía de semillas nace en este camino de trabajo con pequeños agricultores y redes de custodios y guardianes de semillas y de saber que producir semillas implica unas garantías de calidad para los agricultores, pero también entendiendo que el modelo de certificación impulsado por el Estado no considera la producción de semillas por parte de campesinos y mucho menos la producción de semillas agroecológicas. Por el contrario las políticas gubernamentales llegaron a definir las semillas campesinas como ilegales en la resolución 970 de 2010.

Los sistemas participativos de garantía SPG se han considerado desde el Movimiento Agroecológico de América Latina y el Caribe (MAELA) como una herramienta metodológica para garantizar la calidad ecológica de la producción de alimentos que les permite generar una confiabilidad de los mismos al vincularse al mercado local. Como herramienta metodológica en tanto ha servido para orientar a los agricultores agroecológicos y sus organizaciones en el proceso de conversión de la agricultura convencional a la agroecológica. Y se ha promovido más como una herramienta que no tiene la intención de excluir sino de orientar a quienes están convencidos de construir otra forma de producir alimentos sanos y respetuosos con el ambiente. No se trata de una herramienta exclusiva para llegar al mercado como fin último, sino como una herramienta que le permite al productor saber qué le hace falta para ser agroecológico y al consumidor qué está comprando.

La construcción del SPG de semillas nace en este camino de trabajo con pequeños agricultores y redes de custodios y guardianes de semillas y de saber que producir semillas implica unas garantías de calidad para los agricultores, pero también entendiendo que el modelo de certificación impulsado por el Estado no considera la producción de semillas por parte de campesinos y mucho menos la producción de semillas agroecológicas. Por el contrario las políticas gubernamentales llegaron a definir las semillas campesinas como ilegales en la resolución 970 de 2010.

Retomando la experiencia de construcción de avales de confianza y de SPG de organizaciones del MAELA y RECAB para la producción ecológica, y ante la necesidad de garantizar las calidad de las semillas que transitarán por las casas comunitarias de semillas se inicia una construcción participativa del sistema de garantía de calidad de las semillas en diversas regiones del país a partir de talleres regionales que durante cuatro años alcanza a tener un desarrollo práctico en casas comunitarias de semillas en al menos tres regiones del país (Costa Caribe, Antioquia y Riosucio- Caldas).

El ejercicio de construcción parte de definir una normativa propia de garantía de calidad de las semillas, de construcción de instrumentos y herramientas que permitan corroborar la información en campo, y una posterior validación por algunas redes de semillas encontrándose que no se tenía trabajo para garantizar la calidad de semillas, sino la producción ecológica, excepto en la Red de guardianes de semillas de vida, quienes validaron el instrumento como
similar al manejado por ellos para garantizar su calidad de semillas.