Los problemas prevalentes en Colombia, hoy profundizados como consecuencia de la crisis en salud, medio ambiente, economía y política, que se expresan y relacionan con la inseguridad alimentaria, el cambio climático, la contaminación ambiental, la falta de inclusión social y económica de las comunidades campesinas y étnicas, justifican un cambio paradigmático en las políticas públicas relacionados con la alimentación, quienes la producen y consumen. Este documento de posición política resume los principales aspectos que, a criterio de RENAF y MAELA, deben ser estructurantes de una política pública sobre Agroecología en Colombia.
Construyendo el sendero político de la agroecología en Colombia
Se concibe la Agroecología como el modo de gestión de sistemas agroambientales resilientes y soberanos, territorialmente arraigados, conducentes a mejorar la producción, transformación consumo de alimentos saludables; la protección y conservación de los bienes comunes y de las culturas ancestrales, la generación de formas de economía propia, para el buen vivir y la transformación humana, social y política.
Sobre este concepto se proponen seis lineamientos estratégicos para posicionar y masificar la Agroecología en Colombia: a) Promover la producción agroecológica; b) incentivar estrategias para el adecuado uso y conservación de los recursos naturales; c) fortalecer mecanismos de distribución y consumo con enfoque territorial; d) dar un tratamiento diferencial a familias rurales con énfasis en protección a mujeres y jóvenes; e) reformar los servicios de extensión rural, investigación y educación rural a partir del enfoque agroecológico; y f) crear una institucionalidad exclusiva para la Agroecología.
Introducción
RENAF constituye un espacio plural de integración de organizaciones campesinas, indígenas, afrodescendientes, pescadores artesanales entre otras, con el interés de visibilizar la Agricultura Campesina, Familiar y Comunitaria y fortalecerla mejorando sus condiciones de vida y buscando su mayor integración social y económica al propósito de una sociedad sustentable.
Por su parte el MAELA se define como un movimiento social, pluralista, democrático, multicultural, que articula organizaciones campesinas de pequeños y medianos agricultores y comunidades indígenas, comunidades sin tierra, de mujeres y jóvenes rurales, de consumidores, academia y organizaciones sociales en la búsqueda del desarrollo humano sustentable desde la Agroecología y los saberes locales.
Con el propósito de aportar a la construcción de una política pública participativa, estas dos plataformas rurales se han unido para avanzar en un diálogo constructivo sobre el tipo de política pública que mejor pueda responder a las expectativas y necesidades de las organizaciones rurales del país que han venido trabajando la Agroecología tanto desde el punto de vista práctico como sociopolítico.
Este documento de posición política resume los principales aspectos que a criterio de ambas plataformas deben ser estructurantes de una política pública que posicione y masifique la Agroecología como un enfoque técnico productivo y sociopolítico que logre avanzar en la transformación de las condiciones de vida de las comunidades rurales del país, mejore la base de bienes naturales involucrados en la producción agropecuaria aumentando su capacidad resiliente frente al cambio climático, fortalezca las organizaciones rurales y su identidad, reivindique propósitos mayores de la sociedad como la soberanía alimentaria y la búsqueda de formas sustentables de vida.
El pensamiento Agroecológico en RENAF[1]-MAELA[2]
La Agroecología se concibe como un sistema de vida que recoge las propuestas de agriculturas alternativas, pero va más allá, al enfocarse en las condiciones sociopolíticas y culturales necesarias para la sustentabilidad de los modos de vida de las poblaciones rurales en sus territorios y la sociedad en general, velando por su desarrollo humano.
Los sistemas agroecológicos se reconocen por cumplir principios de justicia social, viabilidad económica, aceptabilidad cultural, protección ambiental y participación política.
La Agroecología reconoce al campesinado como sujeto de derechos; valora, recupera y promueve los conocimientos ancestrales de las culturas étnicas y campesinas en todos los campos, incluida la agricultura, la pesca, la salud y la espiritualidad.
La Agroecología fomenta el valor estratégico de la recuperación ambiental y su capacidad resiliente frente al cambio climático. Desarrolla un marco normativo y diferencial para la salva guarda, conservación y protección de todas las formas de vida dentro de los agroecosistemas.
Reconoce la economía campesina social y solidaria como el instrumento base para la inclusión económica de los agricultores de pequeña y mediana escala. Fortalece la economía campesina reconociendo la multifuncionalidad y pluriactividad de los sistemas agroecológicos.
Estructura bases sólidas de mejoramiento de la vida en el campo que permitan la permanencia de las nuevas generaciones en los territorios. Aboga por la posesión y ampliación de los territorios que garanticen áreas dignas para la implementación de sistemas adecuados para la producción de los mínimos de subsistencia. Defiende el derecho de las familias pescadoras al uso sostenible de los recursos marítimos, potenciando su acción de gobernanza. Reconoce y valora la participación de las mujeres en los sistemas de producción agroecológicos y en su función fundamental del cuidado de la vida en todas sus manifestaciones, así como también la participación de la familia, la comunidad, los jóvenes y los adultos mayores como estrategia de empalme generacional y conservación de la cultura local.
Agroecología significa la conjunción de autonomía, des-racialización y des-colonización de las relaciones sociales, la diversidad, la recuperación y el diálogo de saberes, control de las semillas, salud, calidad alimentaria y buen vivir.
Ver documento completo aquí:
[1] Red Nacional de Agricultura Familiar (https://agriculturafamiliar.co/)
[2] Movimiento Agroecológico Latinoamericano (https://maelac.wordpress.com/)